La compañía que, para muchos, sentó las bases de lo que hoy en día conocemos como smartphones, ha regresado. Palm ha decidido salir del silencio en el que se encontraba inmersa desde hace varios años, para presentarnos hoy un nuevo smartphone basado en Android, el primero de una nueva era, que como era de esperar es de lo más extraño que hayamos visto en este 2018.

Una firma tan veterana como lo es Palm sabe que, a estas alturas, es prácticamente imposible comenzar de cero y llegar a luchar de tú a tú con los grandes de la industria telefónica. Por ello, la compañía apuesta por la filosofía “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, lanzando el Palm –sí, el smartphone también se llama así–, un dispositivo que más que un teléfono independiente, llega para ser el acompañante perfecto para nuestro smartphone personal.

Así es el Palm: Android, pantalla de 3,3 pulgadas y batería de 800 mAh en un móvil de 350 dólares

Lo primero que llama la atención al ver el dispositivo es, lógicamente, su aspecto físico. No estamos ante un smartphone convencional, ni mucho menos. Su pantalla, de tan solo 3,3 pulgadas LCD con una sorprendente densidad de píxeles de 445 ppi, permite que el Palm tenga un tamaño de tan solo 96,6 milímetros de alto y 50 milímetros de ancho. Además, mucho me temo que su peso, de solo 62 gramos, no será un problema a la hora de llevarlo en el bolsillo –en todo caso, la dificultad estará en saber si realmente lo llevamos encima–.

En cuanto a su diseño en sí, el Palm presume de las curvas que rodean todo su cuerpo fabricado en aluminio y vidrio. A su espalda se encuentra una única cámara de 12 megapíxeles, acompañada de un flash LED que, según las primeras pruebas, es capaz de capturar imágenes decentes, pero sin llegar a sobresalir. En el frontal aparece un único sensor de 8 megapíxeles, y no vamos a encontrar detalles como un lector de huellas dactilares o un jack de audio de 3,5 milímetros. Por suerte, el terminal sí que es resistente al agua gracias a un nivel de certificación IP68.

La compañía encargada de llevar a cabo el proyecto, liderada por dos antiguos vicepresidentes de diseño de Samsung, y financiada por el mismísimo Stephen Curry, tenían la idea de crear un dispositivo que ayudara a los usuarios a desconectar de su smartphone principal. Por ello, el Palm, aún ejecutando Android 8.1 Oreo y una capa de personalización propia creada para mejorar la usabilidad en un panel tan pequeño, integra en su software herramientas destinadas a distraer lo mínimo posible al usuario. “Life Mode”, por ejemplo, reducirá el número de funciones del terminal y habilitará distintos modos de “No Molestar” o “Ahorro de energía”, entre ellos activar la conexión Wi-Fi o de datos móviles solo cuando la pantalla está encendida..

Pese a ello, el interior del terminal es como el de cualquier otro smartphone Android de gama media-baja que podamos encontrar en el mercado. El Snapdragon 435 es el procesador que le da vida, acompañado de 3 GB de memoria RAM, 32 GB de almacenamiento y 800 mAh de batería que promete durar todo el día antes de pasar por el cargador –USB Tipo C, otro punto a favor de este minúsculo teléfono–. También encontramos desbloqueo facial, Asistente de Google incorporado, LTE, GPS, Bluetooth 4.1, Wi-Fi 802.11 b/g/n y nanoSIM integrada no extraíble.

Para aquellos que ya estuvieran pensando en hacerse con este adorable smartphone Android bajo el sello de Palm, me temo que no será tan fácil. La compañía ha lanzado el dispositivo a través de una colaboración con la operadora estadounidense Verizon –de ahí la nanoSIM no extraíble–, que comenzará a venderlo a partir del mes de noviembre, a un precio de 349 dólares, cerca de 300 euros al cambio.

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Editor senior y responsable de contenidos en Andro4all. Fanático de la tecnología en general, y de Android y el universo Alphabet en particular. Deportista, geek y seriéfilo. No en ese orden. O sí. Puedes seguirme en Twitter, o enviarme un correo electrónico.